No estamos solas
Tu vida es una mierda. La mía ha perdido el rumbo. Me encanta reirme de mí. La vida es parecida a un autobús circular. Ahora me ducho en zumo de limón y me veo más sexy. Debería haber acabado con mis glóbulos rojos cuando me lo advirtió mi madre. Añoro los tiempos en que éramos tres pequeñas chicas solitarias, viviendo en una casa en la que sólo se escuchaba un disco de Violent Femmes. Luego llegaron ellos. Los gays. Y nos cambiaron la vida. Aprendimos lo que era la diversión. Hacíamos colas interminables en el Long Play. Nos manchábamos los bajos de los pantalones. Nos solíamos decir lo mucho que nos queríamos. Nos escondíamos en los baños. Dani nunca escupía las pastillas. ¿Será esto nostalgia?
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anonimados -
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Freud -