Gastar, gastar y gastar
SportBilly y yo hemos pasado un finde de lo más consumista. Bueno, realmente empecé yo.
El viernes había quedado con M., que finalmente se ha vuelto a casa dejando atrás los madriles. Como llegué un poco pronto, aproveché para darme una vuelta en busca de unas zapatillas para el otoño. Vi unas rosas barbie que me cautivaron, y para celebarlo me compré una camiseta a juego. Lo malo llegó después de la despedida. Llevé a M. a casa, y de camino oía un ruido raro. Cuando paré (menos mal que era cerca), tenía una rueda pinchada. Como no sabía qué hacer llamé al seguro (que para eso lo tengo a todo riesgo). SportBilly, alertado, llegó el primero directamente del trabajo, y un cuarto de hora después una grúa con un chico que medía medio metro, pero muy eficiente él me cambió la rueda (que es algo muy fácil, pero yo me sentía incapaz). Ya nos acostamos tarde, mal y con una rueda menos.
El sábado nos levantamos aún así animados y nos fuimos al Ikea. Cayeron una cajonera, una papelera y dos plantitas. Luego al Leroy Merlin a por unas varillas para las cortinas que nos ha regalado su madre. No pudimos resistir la tentación de entrar al Media Markt y nos compramos un discman para jubilar al mío, que tiene como 10 años, un adaptador a la radio del coche, y, esto es lo mejor, la segunda temporada de Urgencias, que acaba de salir. Nos fuimos supercontentos por lo de Urgencias.
Al llegar a casa tocaba limpiar, que mis padres venían a comer el domingo y estaba todo como para enseñárselo a una madre. También aprovechamos para colgar un par de cuadros que andaban por ahí desde hace meses. Cuando acabamos sólo tuvimos furezas para irnos a picar algo y a tomar una cerveza a uno de los pocos bares rockeros que quedan por el centro.
El domingo, vuelta a madrugar, y a gastar: mis padres, mi hermano y señora venían de camino, y como no sabemos cocinar y queríamos quedar bien decidimos comprarlo todo hecho en el Corte Inglés. Gran idea, comimos estupendamente y quedamos muy bien. Eso sí, no engañamos a nadie respecto al origen de la comida. Cuando mis padres se fueron y SportBilly volvió de trabajar, estábamos tan cansados que cambiamos nuestros planes de ir al cine (de los que llevábamos hablando una semana) por empezar con Urgencias. Cayeron los cuatro primeros capítulos.
Por supuesto, aquí no acaba todo. Esta mañana seguía el suma y sigue con la reparación de la dichosa rueda.
Mañana me voy a Barcelona. Estaré fuera hasta el viernes, y con un poco de suerte conoceré a la sobrina de Monique, que nació ayer. 4kg y 800 gramos de criatura. Enhorabuena a los premiados.
El viernes había quedado con M., que finalmente se ha vuelto a casa dejando atrás los madriles. Como llegué un poco pronto, aproveché para darme una vuelta en busca de unas zapatillas para el otoño. Vi unas rosas barbie que me cautivaron, y para celebarlo me compré una camiseta a juego. Lo malo llegó después de la despedida. Llevé a M. a casa, y de camino oía un ruido raro. Cuando paré (menos mal que era cerca), tenía una rueda pinchada. Como no sabía qué hacer llamé al seguro (que para eso lo tengo a todo riesgo). SportBilly, alertado, llegó el primero directamente del trabajo, y un cuarto de hora después una grúa con un chico que medía medio metro, pero muy eficiente él me cambió la rueda (que es algo muy fácil, pero yo me sentía incapaz). Ya nos acostamos tarde, mal y con una rueda menos.
El sábado nos levantamos aún así animados y nos fuimos al Ikea. Cayeron una cajonera, una papelera y dos plantitas. Luego al Leroy Merlin a por unas varillas para las cortinas que nos ha regalado su madre. No pudimos resistir la tentación de entrar al Media Markt y nos compramos un discman para jubilar al mío, que tiene como 10 años, un adaptador a la radio del coche, y, esto es lo mejor, la segunda temporada de Urgencias, que acaba de salir. Nos fuimos supercontentos por lo de Urgencias.
Al llegar a casa tocaba limpiar, que mis padres venían a comer el domingo y estaba todo como para enseñárselo a una madre. También aprovechamos para colgar un par de cuadros que andaban por ahí desde hace meses. Cuando acabamos sólo tuvimos furezas para irnos a picar algo y a tomar una cerveza a uno de los pocos bares rockeros que quedan por el centro.
El domingo, vuelta a madrugar, y a gastar: mis padres, mi hermano y señora venían de camino, y como no sabemos cocinar y queríamos quedar bien decidimos comprarlo todo hecho en el Corte Inglés. Gran idea, comimos estupendamente y quedamos muy bien. Eso sí, no engañamos a nadie respecto al origen de la comida. Cuando mis padres se fueron y SportBilly volvió de trabajar, estábamos tan cansados que cambiamos nuestros planes de ir al cine (de los que llevábamos hablando una semana) por empezar con Urgencias. Cayeron los cuatro primeros capítulos.
Por supuesto, aquí no acaba todo. Esta mañana seguía el suma y sigue con la reparación de la dichosa rueda.
Mañana me voy a Barcelona. Estaré fuera hasta el viernes, y con un poco de suerte conoceré a la sobrina de Monique, que nació ayer. 4kg y 800 gramos de criatura. Enhorabuena a los premiados.
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Amber -