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Toda una vida en Barcelona y Bisbal en el Palau

Toda una vida en Barcelona y Bisbal en el Palau Ayer regresé de Barcelona. Han sido tres días agotadores, hemos hecho/visto de todo. Entre otras cosas a Bisbal. Ya lo sé, ya, ni yo lo entiendo muy bien. Hasta me olvidé que había nominaciones en GH.

En lo laboral las cosas fueron bastante bien teniendo en cuenta lo raro y loco que era todo. Conocimos un acuario por dentro, nada que no os imaginéis, pero la gente fue muy amable; vimos a los nietos de Copito, alucinantes; a un chimpancé llamado Tico, que me dio la mano y me dejó acariciarle la palma, y a Julio, su compañero, que estaba loco y se dsplazaba por todo el recinto a la velocidad del rayo. Según Javi H, era como una huija. A él le dio mucho miedo, y encima Julio le escupió. Algo muy raro porque los chimpancés no escupen. También conocimos a un señor muy mayor que fue quien trajo a Copito de Guinea hace más de 40 años, y visitamos un cementerio de animales que a mí me pareció muy bonito pero al resto le dió muy mal rollo.

En lo extralaboral, conocí a Marina, la sobrina de Monique, que tenía sólo cuatro días. Era flipante. No pude remediar compararla con los gorilitas, con los que acababa de estar. Es impresionante lo mucho que se parecen a los humanos cuando son cachorros. Sus padres estaban felices pero agotados, así que nos fuimos pitando Monique, Fer y yo a cenar. Luego me reuní con Javi H y Ana M por ahí y nos tomamos algo antes de ir a dormir. Antes tuvimos que ir a buscar un gorila de peluche que habíamos comprado para el día siguiente y que ellos se habían dejado olvidado en un restaurante. Los del local no entendían por qué teníamos qur ir a buscarlo a toda costa esa misma noche. No se lo explicamos, era demasiado complicado. En el hotel, antes de acostarnos, estuvimos cantando canciones de Astrud y, ya de paso, algún que otro hitazo de Amistades Peligrosas.

Al día siguiente actuaba Bisbal en el Palau Sant Jordi, y no sé muy bien como, acabamos llamando a Madrid para que nos consiguieran unas entradas. Para llegar cogimos un taxi con gran peligro para nuestras vidas, porque el taxista era un farlopero alocadísimo llamado Toni, que nos puso la los Héroes del Silencio a toda pastilla, iba escupiedo por la ventana, y si no nos matamos fue porque había mucho tráfico y era imposible correr. El Palau estaba hasta los topes de mujeres de todas las edades, desde 10 hasta 60 años. Bisbal se cambió tres veces de ropa y demostró que sólo sabe hacer dos tipos de temas, las baladas y las de bailar, pero al final todas iguales.

Ayer por fin regresamos a Madrid, Cuando aterricé a eso de las diez de la noche me pareció que llevaba una semana fuera de casa. Me fui a ver a SportBilly al trabajo y me quedé dormida en su silla. Me despertó a la 1.30 y nos fuimos juntos a casa. Nos hemos echado mucho de menos.

3 comentarios

yosoyesa -

es verdad, es la segunda vez que pierdo un poco los papeles por bisbal. si es que lo mio es la rumba fácil. viva ricitos de oro!!

cantamañanas -

El pequeño cantamañanas te ha echado de menos too.
Pero duda muy mucho que echases de menos a nadie con tan buenas conpañias.
Mira maja creo que tan agarradita que salias en aquella foto historica a ese puto Bisbal y ahora jugandote el tipo en un taxi por verle...
Me huele mal este asunto.

Amber -

Que momentazos. Lo de la mano y el mono me da mucha envidia, me encantaría hacerlo. Y el resto, pues también: que me lleve el taxista loco a un concierto de Bisbal y que mis amigas mujeres tengan niños, para quererlos como a Pau.
SportB. y yo congeniamos, aunque mira que gustarle Sandra, cunado se está volviendo una pedorra insoportable... Diana forever!
No se que le pasa a los hombres heterosexuales con Diana, que no la soportan (los que he tanteado yo). Es curioso...