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Praga, 15 de Octubre, Noche

Praga, 15 de Octubre, Noche Callejeando, los chicos de Praga nos habían parecido un poco insulsos; así que cuando entramos en el Friends no podíamos creerlo: todos eran guapos. En mi opinión, lo contrario a lo usual: en los bares gay siempre hay una estética petarda internacional bastante repelente, aún cuando las calles estén llenas de tíos macizos… ya sabéis que quiero decir. El Friends es un bar subterráneo, abovedado y en tonos rojizos, con una gran barra y 3 espacios seguidos y luminosos: un buen sitio para comenzar la noche, en el corazón de Praga.

Y eso hicimos. Mucha cerveza, despelleje de un español al que, súbitamente (de verdad), se le sentó un mozo inmenso y guapetón y se lo llevó a otros lugares (con mucha envidia por nuestra parte, K insinuó que el chico era chapero, pero estoy seguro que no, en un sitio como ese) y mucho oteo y despiste. Así que hablé con el pincha y le pregunté dónde podíamos ir después: en el TERmix había una fiesta de aniversario.

Anduvimos 25 minutos, atravesando avenidas y parques hasta dar con el club. Volvimos a asombrarnos de la gente (podéis verlos: tienen web y sacaron mil fotos, pero aún no están publicadas) y a beber cubatas. Me encantaba uno que no paraba de comer canapés, con unas orejas de soplillo tremendas… pero me sonrió otro (Eduard), bajito, rubio y de ojos claros (y brillantes: geniales) y allá que me fui. Hablamos de cuatro tonterías antes de besarnos y esas cosas. El caso es que, media hora después, empecé a aburrirme y me despedí a la francesa, sintiéndome muy culpable. Dos segundos después Eduard estaba abrazado a un descamisado colgado y atractivo, con lo que respiré tranquilo…

Y, de cabeza al Gejzee..r, un antro inmenso, con todas las prestaciones posibles y en el que éramos, como mucho, 10 personas. Un grupo de adolescentes desgarbados dijo algo al pasar frente a ellos. Poco después los encontré en los baños fumando maría y me uní al grupo. Fumamos y salimos todos en busca de K, que bailaba en la pista con el resto. Le presenté a mis nuevos amigos y salimos, camino al hotel. Rudy me hablaba y sonreía mucho y me hizo prometerle que iríamos a una fiesta el sábado, donde pinchaban dos de sus amigos… K, a lo bestia, le preguntó si yo le gustaba y Rudy, igualmente, dijo que sí y me agobié por no sentir lo mismo. No mucho, que era un tío muy majo, sonriente y tampoco le importó que no le hiciera mucho caso. De repente, de su bolsa cayó algo y se agachó a recogerlo: un bolso de lentejuelas. Se puso muy colorado y, por insistencia, nos comentó ¡que era drag-queen! y sacó el resto del atrezzo, bastante atrevido… Qué genial, me habría gustado verlo actuar. Bueno, nos acompañaron a la puerta del hotel, supongo que les caía de paso y quedamos para el sábado (no pudo ser, nos fuimos a Budapest).

¡Esa noche pude tener NOVIA!

2 comentarios

Melange -

Joder, que divertido, a tu proxima excursion me apunto.
Y lo dicho, el Jueves que damos los de siempre, vemos fotos, fumamos porros con mahou y oimos un poco de Hidrogensse

yosoyesa -

Amber me tienes que contar bien todo lo de tu viaje. Que bonito tiene que ser Praga y Budapest. Me ha chocado lo que cuentas de los baños de Budapest porque en efecto yo pensaba que estarían llenos de turistas pastosos, de señoras gordas, de niños incluso... pero nuncaimaginé que hubirea tomate. Habrá que ir a cotillear.