Una semana de 15 días
Por fin es viernes, y por fin veo un digno final a esta semana horrorosa en la que no he parado de toser y de trabajar. Por suerte todo ha ido bien, y lo que parecía que iba a ser una labor sobrehumana, encontrar 20 colegios que quieran concursar con nosotros, se ha solucionado con mucho menos esfuerzo del que pensábamos.
Un poco por eso y a pesar de estar convaleciente he salido más que cualquier semana del año: el martes, con el pequeño cantamañanas y esa chica de lavapiés, al bar de Joaquín y luego a conocer su casa, destartalada y encantadora. Y el miércoles, con unas compañeras de trabajo, con las que lo que iba a ser una caña rápida se convirtió en varias, alguna copichuela y muchos chismorreos.
El jueves descansé, porque estaba fatal de la garganta y porque había expulsión de GH. Jonathan a la calle, ya era hora. Y Eva en el disparadero, gorda acomplejada y pretenciosa. Mi favorita sigue siendo Diana, ella y Juanjo. Y sigo sin entender cómo nadie ha visto aún el juego sucio de Jany, esa Leticia Sabater del palo, con su melena platino y sus cejas negras.
Y nos plantamos en viernes, un día aparentemente fácil que se me está complicando por momentos. A las 17h tengo cita con un fantástico locutor que por suerte es amigo mío con el que creo que voy a trabajar sin parar. Y a las 22 tengo que estar impepinablemente en el centro. ¿Me dará tiempo a hacerlo todo?
Mañana me voy a Pamplona para tres días. Esta semana se me a hecho larguísima. Espero que mi madre me deje descansar, porque el martes me enfrento a 36 fierecillas que seguro que van a acabar con mi paciencia y mi voz.
Un poco por eso y a pesar de estar convaleciente he salido más que cualquier semana del año: el martes, con el pequeño cantamañanas y esa chica de lavapiés, al bar de Joaquín y luego a conocer su casa, destartalada y encantadora. Y el miércoles, con unas compañeras de trabajo, con las que lo que iba a ser una caña rápida se convirtió en varias, alguna copichuela y muchos chismorreos.
El jueves descansé, porque estaba fatal de la garganta y porque había expulsión de GH. Jonathan a la calle, ya era hora. Y Eva en el disparadero, gorda acomplejada y pretenciosa. Mi favorita sigue siendo Diana, ella y Juanjo. Y sigo sin entender cómo nadie ha visto aún el juego sucio de Jany, esa Leticia Sabater del palo, con su melena platino y sus cejas negras.
Y nos plantamos en viernes, un día aparentemente fácil que se me está complicando por momentos. A las 17h tengo cita con un fantástico locutor que por suerte es amigo mío con el que creo que voy a trabajar sin parar. Y a las 22 tengo que estar impepinablemente en el centro. ¿Me dará tiempo a hacerlo todo?
Mañana me voy a Pamplona para tres días. Esta semana se me a hecho larguísima. Espero que mi madre me deje descansar, porque el martes me enfrento a 36 fierecillas que seguro que van a acabar con mi paciencia y mi voz.
3 comentarios
Amber -
Cantamañanas -
Amber -
Diana es genial, los demás no me gustan nada. Es el año record de odiados, tanto de los que están dentro como los que ya salieron... que desastre y como nos gustaaaaa